Víctor Dotti: Los 
                alambradores. Montevideo. Ediciones Universo, 1952, 
                116 pp. Prólogo de Carlos Scaffo. (La cita está 
                en la página 17).
              "Toda la obra literaria édita de Víctor Dotti, 
                que acaba de morir en Montevideo, cabe en un delgado volumen. 
                Está integrada por siete cuentos que publicó en 
                1929, bajo el título de uno de ellos: Los alambradores, 
                y que en 1952 reeditó, agregándole dos, inéditos, 
                del mismo período. Nueve cuentos escritos cuando el autor 
                tenía unos veinte años le aseguran sin embargo un 
                lugar en la narrativa uruguaya de este medio siglo. Ellos certifican 
                la existencia de un relator vigoroso, que ama entrañablemente 
                a sus criaturas y a su mundo limitado y cruel, que a veces desliza 
                alguna condenación de carácter social. (No vislumbraba 
                la inicua explotación de que era objeto, dice de El 
                Grillo, niño de once años, espectador de La 
                pelea de foros) pero que en general prefiere mostrar, en forma 
                concisa, la psicología de sus personajes a través 
                de relatos de escasa o nula anécdota y ricos en toques 
                descriptivos. Un descriptor más que un narrador, habría 
                que definirlo si todas estas cuestiones retóricas no parecieran 
                un poco ajenas su arte intuitivo y sin demasiada literatura. (Aunque 
                hay alguna, particularmente en el cuento epónimo, publicado 
                tres años después de que Güiraldes había 
                demostrado en Don Segundo Sombra que el tema gauchesco 
                y el estilo metafórico ultraísta no estaban reñidos).
              Junto a otros cuentistas de su mismo carácter regional 
                (Espínola en primer lugar, pero también Morosoli 
                y Dossetti y Juan Mario Magallanes) la escasa obra de Dotti tiene 
                su lugar. En él se prolonga una tradición de realismo 
                descriptivo que arranca del poderoso Acevedo Díaz y llega 
                hasta hoy a través de Javier de Viana, de Reyles y de algunos 
                de los escritores citados. Si Dotti no aportó más 
                a nuestra narrativa ello se debió sin duda a que la acción 
                política lo devoró, como a otros hombres de su generación: 
                la generación que vivió directamente el golpe de 
                estado de Terra, la guerra civil española, la lucha antifascista 
                y, en el campo elegido por Dotti, la agitación anticomunista. 
                Este combate dio origen a otros libros, pero de ellos no cabe 
                hablar en esta página. Como creador, Dotti parece haber 
                desaparecido después de 1932. Así lo certificaría 
                el testimonio de Carlos Scaffo, su amigo y prologuista: "... 
                como alguna vez me lo ha dicho, ya teme cerrado definitivamente 
                los caminos de retorno a aquel fecundo solar de su madura adolescencia". 
                (*) También en este aspecto de obra frustrada y concluida 
                en plena juventud, sin posibilidades de verdadera madurez creadora, 
                es ejemplar Dotti de su generación .
              Se me asegura que Dotti ha dejado una novela inédita en 
                la que trabajaba hace algunos años. Habrá que esperar 
                a su publicación para revisar el juicio que merece por 
                ahora su obra narrativa."