| Emir Rodríguez Monegal97, rue St. Lazare
 PARIS 9
 París, 29 de diciembre de 1965 Sr. D. Roberto Fernández RetamarCASA DE LAS AMERICAS
 G y tercera
 VEDADO HABANA (Cuba)
 Querido Roberto: Muchas gracias por tu carta, amistosa y franca. Aunque no te pedía 
              consejo, me alegro que me lo des. Eso sí: lamento que tanto 
              tú como tus compañeros de la Casa de las Américas 
              hayan tomado ya decisión en lo que se refiere a no colaborar 
              en mi revista. Comprendo que no sea nada fácil, en una posición 
              militante como la de ustedes, aceptar posiciones como la mía. 
              Pero creo que tus conclusiones sobre la nueva revista se basan en 
              presupuestos que no son exactos. En primer lugar, el Congreso por 
              la Libertad de la cultura no es un organismo dependiente del Departamento 
              de Estado, ni apoya sistemáticamente la política, 
              exterior o interior, de los Estados Unidos. Cuando la intervención 
              en Santo Domingo, el Congreso se manifestó públicamente 
              contra el Departamento de Estado. Don Salvador de Madariaga publicó 
              una carta abierta en el New York Times en la que protestaba contra 
              la intervención; Luis Mercier, que era entonces el encargado 
              de asuntos latinoamericanos, escribió un artículo 
              en contra de la misma; y hasta el fallecido Cuadernos publicó 
              un folleto de Theodore Draper que contiene algunas de las más 
              virulentas críticas de la intervención que yo haya 
              leído jamás. Creo que tú estás en posesión 
              de estos antecedentes. Me pregunto si ésa puede ser la conducta 
              de un organismo que dependa del Departamento de Estado. En segundo lugar, tú crees que el Instituto Latinoamericano 
              que auspiciará mi revista es un órgano oficial del 
              Congreso. Esto tampoco es cierto. Aunque el Congreso colaborará 
              en la fundación del Instituto, no tendrá sino una 
              intervención secundaria en él. La experiencia de Cuadernos 
              y de algunos centros latinoamericanos ha servido precisamente para 
              comprender los beneficios de modificar la política latinoamericana 
              del Congreso. No olvides que los tiempos han cambiado y que hay 
              gente nueva en el Congreso. La política anticomunista de 
              hace algunos años -que no sólo era repudiada por los 
              comunistas- ya no tiene razón de ser. En tercer lugar, y esto ya es estrictamente personal, si he aceptado 
              dirigir esta revista es porque se me ha garantizado libertad de 
              acción. La dirigiré en tanto conserve esa libertad. 
              Mis condiciones son muy claras y explícitas en este sentido. 
              Precisamente porque quiero tener libertad de acción es que 
              he buscado reunir en mi revista a todos los intelectuales latinoamericanos 
              o extranjeros que tengan algo valioso que decir, sin exclusiones 
              de tipo maccarthista, ya sea del maccarthismo yankee, de tan horrible 
              recuerdo, o del maccarthismo avant la lettre que practicó 
              con tanta ferocidad Stalin en sus buenos tiempos y siguen practicando 
              sus secuaces. Mi invitación a ti y a los escritores cubanos 
              no tiene otro sentido ni esconde ninguna intención ulterior. 
              Creer que el Departamento de Estado me autorizaría a invitarlos 
              a ustedes, es creer en cuentos de hadas. En el terreno personal, te agradezco las palabras amistosas que 
              contiene tu carta. Yo no renuncio a la idea de que mi revista esté 
              abierta a ustedes. Este propósito quedará documentado 
              en los números de la misma. En cuanto a mi viaje a Cuba; 
              creo que tendré que postergarlo por ahora. El trabajo de 
              organizar la revista en París ha resultado mayor de lo que 
              esperaba. La circunstancia de estar sobre el filo del nuevo año 
              ha contribuido bastante al caos. Creo que hacia marzo estaré 
              en condiciones de viajar. Espero entonces hablar personalmente contigo 
              para contarte con más detalle mis proyectos y reiterarte 
              mi simpatía y estima. Hasta entonces Emir  ERM/eg/25 Ver original   |