|  [Sin fecha] Querido Rodríguez Monegal: Es cierto que me gusta Número; que el primero era highbrow 
              casi hasta la náusea, y que los demás mejoraron 
              mucho. Después de leer el tercero proyecté escribirle 
              para felicitarlo; encontré que cada uno era mejor que el 
              anterior. Pero no es verdad que haya leído los cinco, porque 
              el cuatro no me llegó. Lo necesito por la biblioteca, por 
              Barea y por Orfeo. Lo espero. Claro que no puede decir que lo haya extrañado mi silencio; 
              se reservaba para escribirle cuando llegara la prometida carta suya 
              con la disección de mi novela.  Respecto al fabuloso negocio editorial de los cuadernos enlomados, 
              autorizo a usted para incluirme en sus honores y beneficios. También 
              puede cobrarse la suscripción a No. y el importe de los otros 
              cuadernitos. Hace mucho tiempo que quiero tener juntos los cuentitos 
              de Onetti; aunque sólo sea para tenerlos de alguna manera. 
              Primera dificultad: sólo me queda copia de ese cuento que 
              tiene nombre dinamarqués. En un tiempo alentaban por ahí 
              admiradores que me coleccionaban; si la llama sacra no se ha extinguido, 
              tal vez usted pueda obtener los respectivos incunables. Segunda 
              dificultad: ¿hay seis cuentos del infrascripto? Sueño 
              realizado, naturalmente, tal vez el único importante 
              y levemente inmortal; después Bienvenido, Bob y del 
              resto no me acuerdo. Sé que hay uno publicado en Alfar; también 
              podría ir La casa en la arena, el último de 
              La Nación, que era capítulo de la novela y 
              ya no es. En fin; puede usar los tres citados con sus nombres y 
              encargarse usted del resto. ¿Le gusta? Hablando de negocios: ¿venden los cuadernos en Buenos Aires? 
              ¿Se pueden introducir aquí) ¿A qué precio 
              se pueden vender? Porque los piojosos quinientos de Sueño 
              realizado etcétera los puedo negociar aquí en 
              pocas semanas, los puedo. Saludos a madame, a usted y a los amiguitos. Mándeme el 
              número cuatro de No. Dígale a Denis que está 
              condenado a laburar para vivir, porque el Orfeo es demasiado bueno 
              para que el autor sea capaz de rebuscársela con malos sainetes 
              en la calle Corrientes. Cariños, Onetti     
               
                 
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